Vivo en una eternidad diaria, ensayada para ser lo que un día sería si… La vivo dulce e imperiosamente porque desconozco el momento de doblar la siguiente esquina. Vivo mi pequeña eternidad y sus matices cargados de aparentes sentidos, y ubico mis necesidades a su paso tratando de no perderme entre el desierto que delimitan sus orillas.
Le caliento café por las mañanas mientras contemplo, a través de sus entumecidos iris por el sueño, la próxima armonía; nada en ella es real y nada falso. Existe como intento existir a bocanadas de este aire alquilado por un tiempo que tanto tiene de tal vez como de espera. Barro sus esquinas, pulimentando a ciegas las recónditas oscuridades que esconden unos pétalos reacios a abrirse. La veo alejarse en su quehacer diario y continuo absorta en ella, tragando el uno a uno de sus cuentas. Acurrucada a su lado, protegida del frío, levanto amarras para consolarme de las mitades de toda la historia.
4 coordenadas:
Aquí y ahora... la gran eternidad diaria... qué bien leerte...
Cuidala bien pues, cuida bien tu blogito... Me gusta volver a tenerte por aquí, más cercana, más profunda... :P
¿Serás tú escritora...?
:)
Me he puesto al día contigo y confirmo que sí. Aunque lentita, para que vamos a negarlo :DDD
Niña, estoy contentísima que que hayas vuelto. Y lo estoy porque si algo es bueno para los escritores es escribir. Aunque ya imagino que lo haces en otros lugares y llenas multitud de cuadernos.
Pero aquí, dónde te veamos y podamos comentarte, es mejor para nosostros.
¡Que somos unos egoistones de mucho cuidado...!
Un gran beso, preciosa..!
Bien! ya estamos todos! :) ahora que os he reunido, puedo abrir etapa y seguir :P besossss
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