9.3.10

Compás de espera



Entrar fue fácil.
...
No había olvidado ningún detalle. Sabía lo que necesitaba: agua, hilo de colores, luz y algún botón que permitiera dejar entornada el alma. Se paró a un lado del camino y, sentada sobre la hierba, empezó a coser lentamente tal y como iba sintiendo que debía hacerlo. Fue anudando las letras y los silencios, colocando en su lugar correcto cada acento, buscando la entonación justa. Tenía que ser esa palabra, y no otra, el resultado. Cualquier otra palabra no serviría para nada. Tenía que ser esa la que apareciera al otro lado de las costuras… Ignoraba cuál, y cosía a ciegas, tanteando los bordes de las letras, cada arista del silencio.
...

el tiempo abre puertas
donde antes no había
nada.

2 coordenadas:

Ra dijo...

El tiempo, siempre el tiempo.
Para todo.
Abre o cierra....

Trenzas dijo...

¡Ay, niña...! Estás tan gandulota como yo, o casi. Suiento no haber pasado pero es que no he pasado a ver a nadie, como ya habrás visto. Con la espalda mejorcita ya puedo disfrutar de tus letras que, aunque escasas, son siempre una gozada. Te he echado de menos, aunque ha sido mi culpa, lo sé.
Un besazo, poeta.