El último espejismo es la teoría de que debemos caminar hacia algún lugar o no vamos a ninguna parte. El movimiento es una ilusión, un juego de magia en el que perdemos contacto y caemos vaciándonos de todas las preposiciones propias y ajenas. Lo único cierto es lo que acontece al otro lado de mis vísceras y su pálpito: ajetreo de mercadillo, estación de metro en hora punta, regateo de dolor y descendencia, por si acaso hubiera algo que no estuviera premeditado. Y nunca se detienen.
Violados por los tiempos verbales y su estrategia de composición de lo inmaterial. Vencidos. No hay brújula que oriente los pasos que se pierden a conciencia.
2 coordenadas:
por fin te has animado a retomar el blog!! welcome!!
y sí... estremecernos en los aeropuertos...
thank you, girl... me gusta tenerte aquí para mi re-vuelta ;)
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