16.12.09

¿A dónde vamos cuando venimos?

No importan las horas de vigilia cuando el destino es caer rendidos de sueño, ni importa de qué lado cae la moneda si no nos queda aire suficiente para recogerla del suelo y seguir.

El último espejismo es la teoría de que debemos caminar hacia algún lugar o no vamos a ninguna parte. El movimiento es una ilusión, un juego de magia en el que perdemos contacto y caemos vaciándonos de todas las preposiciones propias y ajenas. Lo único cierto es lo que acontece al otro lado de mis vísceras y su pálpito: ajetreo de mercadillo, estación de metro en hora punta, regateo de dolor y descendencia, por si acaso hubiera algo que no estuviera premeditado. Y nunca se detienen.

Violados por los tiempos verbales y su estrategia de composición de lo inmaterial. Vencidos. No hay brújula que oriente los pasos que se pierden a conciencia.


[... Todavía hay nudos que desenredar
todavía hay caminos abiertos
al lugar al que traté de regresar...
Si volviera a vivir, si volviera a caer
si volviera a creer en ello
apostarías a impar...
Está borrándose en el tiempo
como la huella de un explorador,
no supe descifrar tus sueños
deslumbrado por un halo de luz.
Siempre tiramos de lo que perdemos,
siempre perdemos lo que más queremos...

Quique González dixit.]


2 coordenadas:

degenerando dijo...

por fin te has animado a retomar el blog!! welcome!!

y sí... estremecernos en los aeropuertos...

Noria dijo...

thank you, girl... me gusta tenerte aquí para mi re-vuelta ;)