Contraigo los músculos de la rutina atenta al más pálido regocijo de la soledad.
Esta soledad abierta y ensanchada por campos de cultivo arados con la sombra del presente.
No hay tierra más próspera que mi tierra que con cada caída de párpados, como frutas maduras, extiende su sabiduría en mi temor.
Esta tierra mojada y palpitante, deseosa de sí misma y a la espera…
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cegando el pecho... sembramos felicidad, saludos, todo bien por aca... =)
El regocijo es mirarse en tus letras...GRACIAS por tu abrazo de luz.
Abrazo agradecido.
Regocijo de la soledad... qué cierto!
Porque es tan necesaria!
Si no estuviésemos cómodas con nuestra soledad, con ese instante o esa suma de instantes con nosotras mismas, no evolucionaríamos.
Necesitamos estar a solas con nuestros pensamientos, y que estos sean positivos y proyecten nuestra vida para luego ser reflejo de ello.
La rutina es peligrosa pq tiene miedo de salir de ella misma, pero también tranquilizadora, mejor saber que vas a hacer, que estar en un continuo modo espera, tener un plan es importante,aunque sea lejano... sigue adelante con él!
:)
Muy sugerente, muy poético :)
Siempre me sorprendes con tus caminos de poesia, como buena hacedora de imágenes que eres.
Creo que sí, que la tierra se desea y siempre espera cumplirse.
Un abrazo enorme, poeta de pro.
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