5.11.11

Muerte de una estrella




Un solo átomo de hierro.

No hay regreso una vez traspasado
ese horizonte.
El astro fabrica en su interior
el único veneno
en un intento voraz por respirar.

No existe antídoto.

El microscópico mineral crece y,
en segundos,
desencadena la muerte de la estrella.

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Anónimo dijo...

hace un tiempo descubrí un blog que era malísimo... no pensaba que podría descubrir un blog aún peor...